Érase que se era una pareja que llevaban saliendo juntos durante 7 años. Un buen día, decidieron casarse y comenzaron a planificar la boda. Primero la fecha, después el restaurante, la ceremonia, los invitados, los trajes, las invitaciones, la orquesta, el menú, las arras, las flores, el viaje…
Total, la friolera de 15.000 euros más los imprevistos que pudieran surgir. Mucho dinero, pero era un día tan especial, donde íbamos a disfrutar todos tanto. Además, ambos tenían un trabajo estable y dinero ahorrado en el banco.
Las familias apoyaron y colaboraron en la preparación del esperado evento, pero la novia, muy práctica ella, leyó un artículo en Internet que decía algo sobre los Seguros de Bodas.
– ¡Vaya! ¿Y si pasa algo a última hora?
– ¿Qué puede pasar?
– No sé. Imagínate que contratamos el catering y éste no cumple, o llueve y hay que suspender la orquesta que está organizada al aire libre…
El novio abrió los contactos de su teléfono móvil y buscó: “MI CORREDOR DE SEGUROS”. Y sí, sí existían estos seguros, que son los llamados Seguros de Cancelación de Eventos, dónde la cobertura principal es la cancelación. Es decir, que te devuelven el dinero cuando el evento queda cancelado por motivos ajenos a la voluntad de los novios.
Un seguro de Cancelación de Eventos también tiene otras muchas garantías que te aseguran que no perderás tu dinero, al menos recuperas “la parte gruesa del gasto”.
De cualquier forma, fueron felices… Tuvieron 2 mellizos y compraron una casa para la que contrataron un Seguro de Hogar… pero esto ya es otra historia que te contaremos otro día.