“Si he logrado ver más lejos, ha sido porque he subido a hombros de gigantes”. (Bernardo de Chartres).
En la vida es importante planificar a largo plazo, pero conduciendo un coche o moto, también. La mirada marca la diferencia entre un buen y mal conductor. Los espejos retrovisores, y, actualmente, los navegadores GPS, permiten una visión 360º que nos hacen circular más seguros.
¿Hacia dónde hay que mirar?
Lejos para anticiparte y saber qué ocurre por delante.
Izquierda, derecha y atrás. Para saber si alguien se aproxima o nos adelanta.
Con mirada periférica por si aparece algún peatón, un autobús u otro vehículo.
Y en las curvas, estudiando su radio y buscando la salida.
Extrapola estos principios de la conducción a tu vida y comprobarás que también funcionan.