Todas las películas deberían contratar un buen seguro para contrarrestar imprevistos, como ocurrió con la “Guerra de las Galaxias: Episodio VIII Los últimos Jedi”. Mientras viajaba en avión, la princesa Leia (Carrie Fisher) sufrió un infarto provocando su muerte. Lo que ha generado un gran problema para solventar la ausencia de la actriz, que es una de las protagonistas de la saga. Por ello, en la industria de Hollywood es usual contratar seguros que cubran la marcha o desaparición de los actores.
En “El despertar de la fuerza”, Han Solo (Harrison Ford), se fracturó la pierna cuando le cayó una puerta metálica del Halcón Milenario que, como él decía, siempre ha sido un “montón de chatarra”. La productora fue demandada y pagó 1,7 millones de dólares por negligencia.
Seguros “estelares”
Uno de los seguros más frecuentes entre los actores es el de accidentes con coberturas de invalidez o fallecimiento. Les indemniza cuando un siniestro les obliga a parar su actividad profesional. Fíjate, no hace falta ser actor para quedar bien cubierto por si ocurre un accidente.