Todos los transportes públicos tienen la obligación de contratar un seguro obligatorio de viajeros. No hacerlo está considerado delito. Cubre los daños corporales que un pasajero pueda sufrir. Si vas en autobús, en taxi, tren, avión, barco… el billete que adquieres incluye un seguro. Da igual si vas a trabajar o a un viaje de placer a Laponia.
Aparte, los transportes llevan un seguro de Responsabilidad Civil que asume la responsabilidad que el conductor pueda causar a otros incluidos los acompañantes.
¿Estás ya más tranquilo?