El pasado mes de octubre ha sido desolador en varios puntos de España con especial dramatismo en las Islas Baleares, y también para Málaga. El temporal ha dejado tras de sí terribles pérdidas humanas y enormes daños materiales. Desde nuestras oficinas no podemos más que lamentar todo lo ocurrido y recordar qué podemos hacer ante una inundación o riada:
En el coche: hay que salir del vehículo lo más rápido posible y correr a un lugar seguro y visible para que nos rescaten. Si no es posible salir del vehículo, tenemos tres opciones: Por la puerta: no abrir hasta que se iguale la presión. Por los parabrisas: se pueden desencajar presionando con los pies. Por las ventanillas: romper con un elemento punzante, como desmontando el cabecero, y salir, siempre por el lado contrario a la corriente. Subirse al techo y desde ahí divisar el lugar más seguro y visible al que acudir, desplazándonos siempre a favor de la corriente.
En casa: guardar en sitios altos y seguros la documentación importante y las sustancias peligrosas. Cortar los suministros de electricidad, agua y gas. Preparar un botiquín de primeros auxilios. Cerrar puertas y ventanas, tapando en la medida de lo posible con trapos la parte baja de las puertas y con cinta adhesiva los contornos de las ventanas. Permanecer en los lugares más elevados de la vivienda y evitar salir de ésta hasta que la alerta haya pasado.
A pie: ante todo alejarse de ríos, torrentes y zonas bajas, evitando árboles, alambradas y objetos metálicos. Si es posible, refugiarse en un edificio y siempre dirigirse a las zonas más elevadas para esperar nuestro rescate.
80 millones de euros por las inundaciones de octubre
Una inundación se trata de un riesgo extraordinario excluido del seguro, por lo que se hace cargo el Consorcio, siempre y cuando, exista previamente una póliza contratada correctamente. Este Organismo nos informa que las inundaciones ocurridas en las Islas Baleares, Málaga y Cataluña en octubre pueden generar 16.600 solicitudes de indemnización que sumarán 80 millones de euros a los asegurados que han sufrido daños en sus personas o bienes: viviendas, vehículos, comercios, oficinas e industrias.
La buena noticia es que ya han empezado a recibirse los pagos amortiguando así los daños ocasionados.
En nuestras oficinas, siempre, las personas damnificadas encontrarán las puertas abiertas para ayudar a gestionar todo ante el Consorcio, de forma que se puedan resolver lo antes posible las oportunas indemnizaciones.