Se trata de mejorar el agarre a la carretera y garantizar la visibilidad. Según la DGT, en España pueden estar circulando un millón y medio de vehículos con neumáticos en mal estado. Un vehículo bien calzado debe llevar ruedas con la presión adecuada y el dibujo correcto (mejor por encima del mínimo legal).
Los amortiguadores defectuosos estiran los tiempos de frenado y provocan problemas de aquaplaning.
Una visión clara exige un depósito lavaparabrisas con jabón y escobillas en buen estado.