“Un perro no es un regalo, sino una responsabilidad”, este es el mensaje de los refugios de animales para estas Navidades. Y es que su incorporación al hogar implica a toda la familia porque pasa a ser un miembro más. Si alguien no está de acuerdo, tarde o temprano será causa de desavenencias y puede llegar a convertirse en abandonos. En 2018 fueron recogidos 104.688 animales (algunos de ellos por pérdidas).
Una tortuga monísima puede crecer hasta 30 centímetros y exige mucha comida. Las cotorras cumplen años y sus sonidos estridentes molestan. Lo mismo ocurre con el lorito senegalés que llega a medir 140 centímetros de envergadura y vive dentro de una jaula gigantesca. Muchas de estas especies exóticas fueron abandonadas desestabilizando nuestro ecosistema.
Los animales de compañía (perros y gatos son los más queridos) favorecen la sociabilidad y empatía, pero requieren inversión de tiempo y dinero. A su lado debemos sentirnos cómodos, lo cual exige aprender a compartir nuestro tiempo para dedicarles los cuidados que necesitan. A cambio nos ofrecen el amor más incondicional que pueda existir.
Lo más conveniente, es asegurarlos para garantizar su Responsabilidad Civil, salud, pérdidas y los gastos de fallecimiento. En el Seguro de Hogar, pueden quedar cubiertos la mayoría de razas de perros, pero lo mejor es comprobarlo por si es necesario complementarlo con un seguro para razas catalogadas como “potencialmente peligrosas”. También puedes minimizar el impacto económico familiar con un Seguro específico de Mascotas, donde puede quedar cubierta su asistencia sanitaria. Consúltanos para comparar las opciones más ajustadas a tus necesidades.
Y ahora, ¿estás preparad@ para que crezca tu familia?