“Y la gente se quedó en casa. Y leían libros, y escuchaban, y descansaban, y hacían ejercicio, y creaban arte, y jugaban juegos, y aprendían nuevas formas de ser, y escucharon más profundamente. Había quien meditaba, quien rezaba, quien bailaba… Algunos se encontraron con sus sombras. Y la gente comenzó a pensar de manera diferente.
Y la gente se curó. Y, en ausencia de gente que viviera de forma ignorante, peligrosa, sin sentido y sin corazón, la tierra empezó a sanar.
Y cuando el peligro pasó, y la gente se unió de nuevo, lamentaron sus pérdidas, y tomaron nuevas decisiones, y soñaron con nuevas imágenes, y crearon nuevas formas de vivir, y sanaron la tierra por completo, tal y como habían sido sanados”.
(Kitty O´Meara, ´En tiempos de pandemia´. “He trabajado como maestra y como proveedora de atención espiritual en hospitales y hospicios”)