El 72% de las personas que trabajamos como autónomos tenemos miedo a enfermar y tener que parar de trabajar para recuperarnos, no solo por la enfermedad, sino también por la pérdida de ingresos que nos supondría (Estudio Nacional del Autónomo). Si estuviéramos de baja por enfermedad, la mayoría cobraríamos entre 609 y 708 € mensuales (porque el 86% cotizamos por la base mínima).
Una enfermedad, un accidente o una baja son incompatibles con nuestro trabajo. La noticia sarcástica del boletín de humor El Mundo Today se queda corta: “Nunca enferman. […] Los autónomos son capaces de subsistir sin tener asegurado el suministro regular de ingresos y comida”.
Cada vez que acaba un año y empieza uno nuevo es momento de hacer planes para los 12 meses que están por delante. En el caso de los autónomos el mes de enero es el momento perfecto para revisar cómo ha ido el año anterior y fijar nuevos objetivos de cara al período que está por delante.
Lo que está claro es que los autónomos no nos rendimos fácilmente, así que la gran mayoría seguiremos luchando con uñas y dientes para mantener nuestros negocios. Si en este 2022 no se puede crecer, al menos debemos asegurarnos de que dentro de 12 meses podamos seguir dedicándonos a nuestra actividad profesional.
Los riesgos a los que se enfrenta cualquier actividad empresarial son demasiado importantes como para dejarlos en manos de la “letra pequeña”. Consúltanos, podemos atender cualquier necesidad, negociar las condiciones más ventajosas para tu empresa y acompañarte permanentemente cuando ocurre el siniestro.