Los piratas informáticos están al “sopesquete” y cada vez que un incauto se conecta a una Wi-Fi pública intentarán robarle y contaminarle. ¿Cómo protegerse?:
Lee el nombre de la red y pregunta si es correcta.
Navega con el teléfono móvil y, cuando termines, borra la red de conexión y cierra la sesión donde hayas iniciado sesión. Desactiva la Wi-Fi.
Desactiva el uso compartido de datos y accede solo a páginas seguras (con candado o que empiezan por https).
Si puedes, utiliza una VPN (red privada virtual). Las hay de pago y también gratuitas, aunque éstas no son siempre tan seguras como deberían, por lo que es mejor asegurarse de qué aplicación decides descargarte e informarte bien previamente. Tu conexión estará encriptada, o sea, totalmente protegida.
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