La nueva creación de Nintendo que le ha valido duplicar su cotización en bolsa está acaparando numerosos titulares en todo el mundo. No es para menos, pues este nuevo fenómeno mundial está recaudando de media 1,6 millones de dólares diariamente en Estados Unidos.
La aplicación que insta a los usuarios a "capturar" a todos los Pokémons, ha capturado asimismo a los usuarios de todo el mundo. Y es que, por mucho que oficialmente se haya lanzado en Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Alemania, los usuarios de varios países más han logrado hacerse con ella mediante inventiva y picaresca.
Pokémon Go llegó apenas hace unas horas al viejo continente, aterrizando en Alemania, así que su lanzamiento mundial es inminente, apuntan desde El Confidencial. A lo largo de este fin de semana se estima la llegada a los ansiosos usuarios de todo el globo que no hayan podido obtener con anterioridad la app, basada en el modelo freemium.
Gracias a esta modalidad de descarga, gratuita y con opción a compra, los usuarios no recelan en lanzarse al juego de moda. Si bien se calcula que únicamente el 5% de los jugadores paga en las apps freemium, la cifra ha sido suficiente para Pokémon Go, que se ha convertido en la aplicación más rentable tanto para iOS como Android, gracias a la viralidad lograda.
Cabe destacar que Pokémon Go no solo es un fenómeno en cuanto al número de descargas sino también por su capacidad de fidelizar a los usuarios. Así, en apenas días la aplicación ha superado en número de usuarios activos al gigante social Twitter.
Además, la plataforma de Nintendo está marcando un antes y un después en las búsquedas de Google. El gráfico de Google Trends pone de manifiesto que "Pokémon Go" está siendo lo más buscado en todo el mundo, por encima del contenido audiovisual para adultos, previamente término buscado con mayor recurrencia.
Y el impacto social es tal, que Twitter cifra en 4,7 millones los tuits generados relativos a este caso de éxito en el que se ha convertido Pokémon Go, y por ende, Nintendo. De esta manera, la firma japonesa abandonó una estratagema previa que recelaba de las aplicaciones móviles, adaptándose a las nuevas necesidades del mercado y cambiando las reglas del juego, otra vez.